viernes, 13 de abril de 2012

Hay veces que la ausencia de una explicación científica produce una ilusión fascinante.
Este es un buen ejemplo:
No es lo que parece, pero solamente se necesita un altavoz y una buena cámara de vídeo que permita ajustar la frame rate (no sé cual es la traducción correcta). Es todo una cuestión de coincidencia de frecuencias, pero parece mágico.

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